Trabajo y dolor de espalda baja.
El dolor de espalda baja es uno de los motivos de consulta más
frecuentes en la atención primaria de salud.
Un episodio de dolor de espalda se estima que afecta alrededor de un
tercio de los adultos en cualquier etapa de su vida, en estos pacientes
mejorará en los siguientes tres meses, pero algunos continuarán teniendo
síntomas persistentes. Varios estudios demuestran que el dolor de
espalda es una condición fluctuante y que puede recurrir el cuadro de
dolor al mes de haber presentado el dolor de espalda en un 24% a 87%.
Las personas con dolor inespecífico de espalda baja a menudo informan
deterioro de la capacidad para realizar las actividades diarias.
El impacto del dolor en el funcionamiento diario de un paciente puede
ser expresado como discapacidad o una reducción en la función física.
La discapacidad es definida por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) como cualquier restricción o falta de capacidad para
realizar una actividad dentro de la gama considera normal para un ser
humano.
El dolor de espalda baja es uno de los problemas de salud mas
frecuentes entre los trabajadores, y se ha demostrado una prevalencia
que oscila desde el 23% al 38% a nivel mundial.
El dolor de espalda baja es la causa más común de discapacidad
relacionada con el trabajo en personas que se encuentran en la cuarta y
quinta década de la vida.
En los EE.UU., el costo total anual de incapacidad por dolor de espalda supera los 100 millones de dólares.
Desde el punto de vista médico y laboral se han planteado
múltiples reticencias para reconocer la influencia del trabajo en la
generación del dolor de espalda.
Las argumentaciones en este sentido van desde la dificultad de
hacer un diagnóstico preciso de dolor de espalda, hasta la dificultad
para determinar sus causas laborales.
También es importante destacar las múltiples causas de dolor de
espalda, lo que hace difícil estudiarla y precisar su relación
especifica con el trabajo.
Es bien sabido que la etiología del dolor es de origen
multifactorial, lo que indica que factores individuales, físicos y
psicosociales pueden contribuir para su desarrollo y persistencia.
Anteriormente varios estudios han identificado varios factores
individuales asociados con dolor de espalda incluyendo: sexo femenino,
el nivel de educación, el tabaquismo y la privación del sueño.
De la misma manera, el diagnóstico preciso y la fisiopatología
del dolor de espalda es a menudo difícil de establecer, por ejemplo se
han encontrado en algunos estudios una prevalencia mucho mayor de
lumbalgia en trabajadores no sedentarios en comparación con los
sedentarios, sin embargo oros autores señalan también al trabajo
sedentario como factor de riesgo.
El sinergismo es un proceso fundamental en la aparición de dolor
lumbar, por ejemplo, cuando el esfuerzo físico o las posiciones
forzadas se combinan con exigencias de la organización del trabajo
(intensificación del trabajo, horas extras) se incrementa el riesgo de
dolor de espalda en comparación con la presencia de estos elementos si
se encuentran por separados.
La intensificación de estos elementos plantea un gran problema,
como lo es la existencia de distintos grados de afectación dependiendo
del tipo de elementos causales interactuantes y de la intensidad y el
tiempo de exposición. Así en en los trabajadores que llevan a cabo
esfuerzo físico muy intenso se observa distinta prevalencia de dolor de
espalda ya que no sólo depende del tipo de tarea, si no de cuanta ha
sido su exposición.
En otros estudios dan a conocer que personas que desempeñan
trabajos similares, se han encontraron diferencias muy importantes
debidas a factores psicológicos y sociales en el área laboral, tales
como: estrés ocupacional, concentración intensa, falta de control en el
trabajo, insatisfacción laboral, o el tipo de puesto que ocupan en un
área especifica, como el ser empleado en una ocupación que requiera un
mayor nivel de habilidad, se ha observado que esta fuertemente
relacionada con una mayor gravedad dolor de espalda, así como aquellos
puestos en los que hay un gran potencial de liderazgo.
De la misma manera, en los trabajos sedentarios el dolor de
espalda es un problema importante, ya que no sólo el mantener una
posición sedente prolongada representa, para la columna vertebral,
esfuerzo y gasto semejantes a los originados por la bipedestación
prolongada, sino porque las condiciones psicológicas y sociales, como
los estresores laborales, producen un efecto sinérgico sobre la región
lumbar. Asimismo, la insatisfacción laboral y el trabajo monótono
también incrementan el riesgo.
En ausencia de patología previa, el dolor de espalda se da con
mayor frecuencia en trabajadores que se someten a esfuerzos físicos
pesados y en aquéllos cuya actividad laboral exige posiciones forzadas,
incluso una postura estática constante. Así son causas de riesgo
importantes, el levantar objetos, sobre todo por arriba de los hombros,
el agacharse y el doblarse.
La frecuencia de lumbalgia entre trabajadores cuya tareas
implican levantar gran peso es más de diez veces superior a la de
aquellos que no levantan cargas. El levantar objetos pesados, según la
literatura epidemiológica mundial, es una de las causas más importante
en la aparición de dolor de espalda. Así, el trabajo físico pesado y la
postura forzada sostenida es uno de los desencadenantes en la aparición
de hernia discal y de la degeneración discal.
Por lo tanto es imprescindible tener en cuenta todas las
variables que pueden ocasionar dolor de espalda baja, sean causas
propias laborales o extralaborales. No es posible mencionar las causas
de esta patología sin plantearse el problema de la necesidad de realizar
un registro de las principales variables que se asocian a este
padecimiento, entre ellas, el puesto de trabajo o la antig?edad, el tipo
de actividad a desempeñar, exigencias de tipo ergonómico y las
posiciones forzadas.
Todo esto permitirá seguir profundizando en las causas que
producen dolor de espalda baja y por lo tanto contar con medidas
preventivas que se pueden adoptar por los directivos empresariales e
instituciones de salud.
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