domingo, 15 de septiembre de 2013



Enfermedad de Alzheimer Síntomas y Etapas

 

 

 

Muchas personas recientemente diagnosticadas con la enfermedad de Alzheimer pueden haber sentido por algún tiempo que "algo no está bien." Puede ser que se han vuelto más olvidadizas, que fácilmente se desorientan, tienen lapsos inesperados en el juicio, o experimentan cambios inusuales de humor y emociones. Estos pueden ser signos tempranos de demencia, pero también pueden ser signos de depresión u otras afecciones tratables. Además, algunas demencias son causadas por la deshidratación, reacciones farmacológicas, hipotiroidismo, infección u otros problemas físicos y pueden revertirse. Un médico, a través de una examen completo, puede descartar otras condiciones similares, como parecidos a los síntomas de Alzheimer.
Algunos síntomas tempranos de la enfermedad de Alzheimer incluyen confusión, disturbios en la memoria de corto plazo, problemas con la atención y la orientación espacial, cambios de personalidad, dificultades de lenguaje y cambios de humor inexplicables.
Las tres etapas que figuran a continuación representan la progresión general de la enfermedad. Sin embargo, la enfermedad de Alzheimer no afecta a todos de la misma manera, por lo que estos síntomas varían en gravedad y cronología. Habrá fluctuaciones, incluso a diario, y superposición de los síntomas. Algunas personas experimentan muchos síntomas, otras sólo unos pocos, pero el progreso general de la enfermedad es bastante predecible. En promedio, las personas con Alzheimer viven de 8 a 10 años después del diagnóstico, pero esta enfermedad terminal puede durar hasta por 20 años.
En todas las etapas, los síntomas generalmente se relacionan con el deterioro progresivo de los procesos mentales y la función de la memoria, problemas de comunicación, cambios de personalidad, conducta errática, la dependencia y la pérdida de control sobre las funciones corporales.
Etapa 1 (leve): Temprano en la enfermedad, las personas con Alzheimer tienden a ser menos enérgicas y espontáneas. Muestran pérdida mínima de la memoria y cambios de humor, y son lentos para aprender y reaccionar. Ellos se hacen aislados, evitan la gente y nuevos lugares y prefieren lo familiar. Los individuos se confunden, tienen dificultades para la organización y planificación, se pierden fácilmente y ejercen un pobre juicio. Ellos pueden tener dificultad para realizar las tareas de rutina, y tienen dificultad para comunicarse y comprender material escrito. Si la persona está empleada, la pérdida de memoria puede comenzar a afectar el rendimiento en el trabajo. Ellos pueden convertirse en personas enojadas y frustradas.
Etapa 2 (moderada): En esta etapa, la persona con la enfermedad de Alzheimer es claramente convirtiéndose en discapacitada. Los individuos pueden todavía realizar tareas simples independientemente, pero pueden necesitar la ayuda con actividades más complicadas. Ellos olvidan los acontecimientos recientes y su historia personal, y cada vez son más desorientados y desconectados de la realidad. Memorias de un pasado lejano puede ser confusas con el presente, y afectan la capacidad de la persona para comprender la situación actual, fecha y hora. Ellos pueden tener problemas para reconocer personas familiares. Aumentan los problemas del habla y comprensión, la lectura y la escritura son más difíciles, y el individuo puede inventar palabras. Ellos ya no pueden estar seguros solos y pueden deambular. Mientras los pacientes de la enfermedad de Alzheimer se hacen más conscientes de esta pérdida de control, se pueden hacer depresivos, irritables e inquietos o apáticos y aislados. Ellos pueden experimentar trastornos del sueño y tienen más dificultad para comer, vestirse y asearse.
Etapa 3 (grave): Durante esta fase final, la gente puede perder la capacidad para alimentarse a sí misma, hablar, reconocer personas y el control de las funciones corporales. Su memoria se agrava y puede llegar a ser casi inexistente. La atención constante es típicamente necesaria. En un estado físico debilitado, el paciente puede llegar a ser vulnerable a otras enfermedades y problemas respiratorios, sobre todo cuando tiene que estar confinado a la cama.




miércoles, 11 de septiembre de 2013

La epicondilitis

    Las profesiones más habituales donde se provoca esta lesión son: pintores, mecánicos, trabajadores de la construcción, carniceros, servicios de limpieza, conductores de vehículos, trabajadores de archivos y almacenes, usuarios de pantallas de visualización de datos (ordenadores), fontaneros, chapistas, carpinteros, etc. entre otros.
    Para tratar de evitar esta lesión se deben tomar diferentes medidas preventivas tales como:
    • Modificar aquellas actividades que agraven el dolor, disminuyendo el tiempo o la intensidad de la actividad que lo provoca y realizando descansos y estiramientos (con el codo en extensión flexionar y extender varias veces la muñeca manteniendo aproximadamente 5 segundos cada posición).
    • Es fundamental, usar la postura adecuada y colocar los brazos de forma que el codo y los músculos estén relajados y no se sobrecarguen, por ejemplo:
    1. -Tratar de levantar los objetos con la palma de la mano hacia arriba para evitar usar la musculatura epicondílea (extensora) que suele ser más débil que la de la región palmar (flexora).
    2. - Cuando se trabaja frente a un ordenador los brazos deben estar relajados y los antebrazos en posición horizontal y apoyados en la mesa; es recomendable un soporte para las manos de al menos 10 cm. de profundidad, y las manos deben desplazarse por el teclado y no mantener una posición fija para evitar la hiperextensión forzada de los dedos. Respecto al ratón se deben seguir las mismas pautas.
    3. - Tonificar la musculatura del antebrazo con ejercicios específicos (ej. con un pequeño peso en la mano y el brazo apoyado en la mesa con el codo en flexión de 90º y la palma de la mano hacia abajo, realizar ejercicios de flexión y extensión de muñeca, o bien apretando una pelota de goma en una serie de 20 repeticiones).
    Conclusión: para evitar este tipo de lesiones u otras patologías musculesqueléticas que suelen aparecer como consecuencia de la actividad laboral, lo más efectivo es una buena reeducación postural.

    lunes, 2 de septiembre de 2013

     Trabajo y dolor de espalda baja.
     






    El dolor de espalda baja es uno de los motivos de consulta más frecuentes en la atención primaria de salud. Un episodio de dolor de espalda se estima que afecta alrededor de un tercio de los adultos en cualquier etapa de su vida, en estos pacientes mejorará en los siguientes tres meses, pero algunos continuarán teniendo síntomas persistentes. Varios estudios demuestran que el dolor de espalda es una condición fluctuante y que puede recurrir el cuadro de dolor al mes de haber presentado el dolor de espalda en un 24% a 87%. Las personas con dolor inespecífico de espalda baja a menudo informan deterioro de la capacidad para realizar las actividades diarias. El impacto del dolor en el funcionamiento diario de un paciente puede ser expresado como discapacidad o una reducción en la función física.

    La discapacidad es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como cualquier restricción o falta de capacidad para realizar una actividad dentro de la gama considera normal para un ser humano.

    El dolor de espalda baja es uno de los problemas de salud mas frecuentes entre los trabajadores, y se ha demostrado una prevalencia que oscila desde el 23% al 38% a nivel mundial. El dolor de espalda baja es la causa más común de discapacidad relacionada con el trabajo en personas que se encuentran en la cuarta y quinta década de la vida.

    En los EE.UU., el costo total anual de incapacidad por dolor de espalda supera los 100 millones de dólares.

    Desde el punto de vista médico y laboral se han planteado múltiples reticencias para reconocer la influencia del trabajo en la generación del dolor de espalda.

    Las argumentaciones en este sentido van desde la dificultad de hacer un diagnóstico preciso de dolor de espalda, hasta la dificultad para determinar sus causas laborales.

    También es importante destacar las múltiples causas de dolor de espalda, lo que hace difícil estudiarla y precisar su relación especifica con el trabajo.

    Es bien sabido que la etiología del dolor es de origen multifactorial, lo que indica que factores individuales, físicos y psicosociales pueden contribuir para su desarrollo y persistencia.

    Anteriormente varios estudios han identificado varios factores individuales asociados con dolor de espalda incluyendo: sexo femenino, el nivel de educación, el tabaquismo y la privación del sueño.

    De la misma manera, el diagnóstico preciso y la fisiopatología del dolor de espalda es a menudo difícil de establecer, por ejemplo se han encontrado en algunos estudios una prevalencia mucho mayor de lumbalgia en trabajadores no sedentarios en comparación con los sedentarios, sin embargo oros autores señalan también al trabajo sedentario como factor de riesgo.

    El sinergismo es un proceso fundamental en la aparición de dolor lumbar, por ejemplo, cuando el esfuerzo físico o las posiciones forzadas se combinan con exigencias de la organización del trabajo (intensificación del trabajo, horas extras) se incrementa el riesgo de dolor de espalda en comparación con la presencia de estos elementos si se encuentran por separados.

    La intensificación de estos elementos plantea un gran problema, como lo es la existencia de distintos grados de afectación dependiendo del tipo de elementos causales interactuantes y de la intensidad y el tiempo de exposición. Así en en los trabajadores que llevan a cabo esfuerzo físico muy intenso se observa distinta prevalencia de dolor de espalda ya que no sólo depende del tipo de tarea, si no de cuanta ha sido su exposición.

    En otros estudios dan a conocer que personas que desempeñan trabajos similares, se han encontraron diferencias muy importantes debidas a factores psicológicos y sociales en el área laboral, tales como: estrés ocupacional, concentración intensa, falta de control en el trabajo, insatisfacción laboral, o el tipo de puesto que ocupan en un área especifica, como el ser empleado en una ocupación que requiera un mayor nivel de habilidad, se ha observado que esta fuertemente relacionada con una mayor gravedad dolor de espalda, así como aquellos puestos en los que hay un gran potencial de liderazgo.

    De la misma manera, en los trabajos sedentarios el dolor de espalda es un problema importante, ya que no sólo el mantener una posición sedente prolongada representa, para la columna vertebral, esfuerzo y gasto semejantes a los originados por la bipedestación prolongada, sino porque las condiciones psicológicas y sociales, como los estresores laborales, producen un efecto sinérgico sobre la región lumbar. Asimismo, la insatisfacción laboral y el trabajo monótono también incrementan el riesgo.

    En ausencia de patología previa, el dolor de espalda se da con mayor frecuencia en trabajadores que se someten a esfuerzos físicos pesados y en aquéllos cuya actividad laboral exige posiciones forzadas, incluso una postura estática constante. Así son causas de riesgo importantes, el levantar objetos, sobre todo por arriba de los hombros, el agacharse y el doblarse.

    La frecuencia de lumbalgia entre trabajadores cuya tareas implican levantar gran peso es más de diez veces superior a la de aquellos que no levantan cargas. El levantar objetos pesados, según la literatura epidemiológica mundial, es una de las causas más importante en la aparición de dolor de espalda. Así, el trabajo físico pesado y la postura forzada sostenida es uno de los desencadenantes en la aparición de hernia discal y de la degeneración discal.

    Por lo tanto es imprescindible tener en cuenta todas las variables que pueden ocasionar dolor de espalda baja, sean causas propias laborales o extralaborales. No es posible mencionar las causas de esta patología sin plantearse el problema de la necesidad de realizar un registro de las principales variables que se asocian a este padecimiento, entre ellas, el puesto de trabajo o la antig?edad, el tipo de actividad a desempeñar, exigencias de tipo ergonómico y las posiciones forzadas.

    Todo esto permitirá seguir profundizando en las causas que producen dolor de espalda baja y por lo tanto contar con medidas preventivas que se pueden adoptar por los directivos empresariales e instituciones de salud.
    http://www.prevention-world.com/es/actualidad/noticias/%C2%BFalimentos-ayudan-evitar-estres-laboral.html